domingo, 11 de diciembre de 2016

Hablaba, hablaba y hablaba...

Hablaba, hablaba y hablaba y no paraba de hablar, hablar y hablar. No sé qué era aquello o eso, no tenía sentidos ni apenas unos oídos, pero lo que sí tenía era una boca para hablar, hablar y hablar. Una vez metí aquello o eso en una caja y aquello o eso escapó. Ahora no lo encuentro pues se perdió en el cielo. A veces, parece que entra en aquella casa hecha de hielo.
Autora: Cristina M.D.

Sexto Nivel. 2016


Una increíble historia
Mi bisabuelo Santiago tenía una bonita costumbre, se pasaba horas hablando, hablando, hablando y hablando sobre lo difícil que era su vida cuando era niño como yo, y de todas sus historias, una me impresionó sobre las demás, contaba que con diez años, subido en el burro de su abuelo, fueron los dos desde San Mateo a Tirajana, cruzando las montañas, para comprar. De regreso a su pueblo, su abuelo se murió, y lo subió al burro y lo trajo de regreso a su casa.

Autor: Pablo Naranjo
Sexto Nivel. 2016
El pájaro no estaba durmiendo

Hablaba, hablaba, hablaba, hablaba, hablaba y hablaba y no hacía nada más que hablar. Repetía, repetía, repetía, repetía, repetía y repetía y solo repetía mis palabras, las tuyas y las suyas. No se callaba nunca, un día llegué a mi casa y lo vi durmiendo, o eso creía yo. Pasaban los segundos, los minutos, las horas y seguía durmiendo, tirado en su diminuta cama; yo esperaba, esperaba, esperaba, esperaba, esperaba y esperaba, y tanto esperé que igual me quedé dormida, pero no tan profundamente como él. Cuando me desperté, ya yo había muerto y me reencontré con él que ya no estaba durmiendo.

Autora: Flavia Fariña Martínez.
Sexto Nivel. 2016

Nadie la entendía

Ella, hablaba, hablaba, hablaba, hablaba y hablaba. Era lo único que sabía hacer. Yo no la entendía, tú no la entendías, ni el vecino. Nadie la entendía. Lo único que sabíamos era que quería decir algo. Un día enmudeció, y a nadie más le habló, y ella voló, voló y voló.

Autora: Keyxa Ramos Hernández.
Sexto Nivel. 2016